Inspirado en una leyenda sobre un tesoro de oro enterrado, la profundidad de sabor de Kilbrin y su suave acabado lo convierten en un whisky muy apreciado y con una relación calidad-precio excelente.
De acuerdo con la tradición de los los monjes irlandeses de la Edad Media, los primeros destiladores del mundo, para la elaboración del Kilbrin se utiliza la mejor agua de manantial procedente de Irlanda y una mezcla de los granos y la cebada malteada más selectos. El Kilbrin Irish Whiskey consigue su apreciado tono dorado gracias a la maduración en antiguas barricas de madera.

